miércoles, 10 de diciembre de 2008

para una buena y lejana mujer...

Ni siquiera sé si catalogarla de esa manera sea lo más correcto, no sé si lo más correcto suele ser lo que sale del corazón a primera instancia, quién sabe si lo que sale del corazón sea algo más que sangre y buenos deseos...
Estoy casi seguro que ella nunca llegará a leer esto pero siento que debo hacerlo para dejar constancia de que aún llevo conmigo tanto lindo recuerdo y la esperanza de volver a hablar. Hay momentos en los que no sé si cuando escribo, lo hago meramente por hacer, por expresarme o...(momentos como éstos en los que me cuelgo...)
Soy consciente que al dejar ideas inconclusas formo con respecto a mí una imagen con vacíos, como un rompecabezas sin todas sus piezas; es precisamente como me siento cuando suelo tocar estos temas que, aunque dolorosos y necesarios no han sido completamente esclarecidos a mi caprichosa voluntad y entendimiento, por lo que no he podido tomar una definida posición al respecto.
Suena raro, no lo entenderán, creo que ni yo lo entiendo, lo único que sé es que lo vengo sintiendo, y es que no siempre lo que se siente logra dejarse entender...
No pretendo disuadirte (en el caso que hayas logrado superar la barrera del casi nunca y te encuentres leyendo esto) y me gustaría que intentases entender mi posición (a ver si me ayudas), creo que casi tres años fueron suficientes como para que hayas podido arrojar un claro diagnóstico y determinar qué rayos me pasa.
Cabe la posibilidad de caer en el absurdo y colocar tantas palabras sin sentido en un medio abierto, pero parece que mi YO ya no lo soporta; que en la multiplicidad de patrones que me rigen (aleatoriamente, creo) sea yo dominado en estos momentos por uno extremadamente llorón e infantil y me haga decir simplemente "al menos creo que ya no te quiero, pero te extraño".
Inmediatamente otro fuerte impulso hace latir mi corazón de manera brusca y siento que debo decir que todo lo que suelto son cursilerías y arranques. Dentro de la sensatez que milagrosamente me invade-y que siento que debo aprovechar- nada más debo decir que me apena la ruptura, y más aún el distanciamiento, que deseo verte, hablarte y felicitarte por tu nueva vida (ya me va agarrando el alter ego), que deseo que seas feliz y que algún día podamos hablar tranquilos, con un café y unas tristes empanadillas y reírnos de aquellos malos ratos.
Sabes que hacerse de amigos es muy difícil (como psicóloga que eres-o llegarás a ser- no me cabe duda que lo sabes) y que creo que alguien como tú, que caló en mi vida de la manera como solamente tú sabes (suspiro...) podrías entender cómo me siento, me gustaría que dejaras de lado aquellas cosas que te restringen mi presencia...a ser al menos...mi amiga...
Aquí lo dejo, para que no pienses que quiero volver, jaja...el dolor viene y va pero no me va a matar...y a quien lo haya leído, pues gracias por hacerlo...me voy.

1 comentario:

Atimov dijo...

buena crónica, algo que causo curiosidad en mi fue esta frase "y es que no siempre lo que se siente logra dejarse entender..." hace poco me paso algo algo luctuoso por no saber expresar lo que siento, el orgullo quizás?, que bien que tú por lo menos tengas esa opción,la amistad.

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