martes, 10 de febrero de 2009

LA NOCHE (pequeña reflexión sobre la comunicación)


La noche es el comburente, es el generador de ese clima indicado para poder crear; el que permite que fluyan las ideas y la inspiración hacia nuestras cabezas… los sentimientos el combustible para encender esa pira de nostalgia, de romanticismo, de amor o decepción; surge el ambiente propicio bien para amar o para odiar.
Bien es cierto que la noche trae consigo la calma, el sosiego y la tranquilidad, cosas de las que muchas veces durante el día estamos privados; es el momento adecuado para pensar sobre nuestras cosas, una reflexión, una frenada que nos permita esclarecer las dudas de los acontecimientos del día a día; más aún cuando me encuentro ad portas de un concierto y necesito darme un respiro entre ensayos, letras, composiciones y trabajo escénico.
Particularmente me siento mejor durante la noche; mi madre siempre dice que soy un vampiro y yo le digo: “tan sólo soy un buen noctámbulo, mamá comprende, todos los artistas somos excéntricos…”
Por las mañanas no existo a menos que haya algún motivo de fuerza mayor que me saque de mi lecho (apenas y soportaba levantarme para ir al colegio), durante el día soy un hombre a medio funcionar: aletargado, somnoliento y perezoso…pero toda esa mala onda se va esfumando a medida que van pasando las horas; en la tarde creo estar decentemente activo y listo para la función estelar que siempre es de noche!
Ahora, por qué escribo esto? Pues viene a ser el resultado de la mezcla de actividades de mi semana, además de no haber escrito nada últimamente. Creo que parte de mi vida cobra sentido al expresarme a través de este método, otra razón es porque descubro, reconozco, entiendo la importancia de lo que elegí como mi refugio y mi comida: la comunicación.
Qué sucedería si no pudiéramos comunicarnos? Pues seríamos unos simples entes errantes y vagabundos, individuales (más aún) y autistas, desesperados de repente por soltar palabra, gesto o expresión al tipo de al lado, viviríamos hinchados de sensaciones cosas que nos suceden y no poder transmitirlas, explotaríamos y desde nuestras entrañas saldrían liberadas y alborotadas todas las cosas que mantuvimos soterradas durante tanto tiempo cual manada de bestias en su estampida redentora. El ser humano sería más desdichado aún.
Me resulta curioso notar de mi parte que inicié con un tema o una idea y terminé hablando de la comunicación…arranco con la onda nostálgica y luego termino intentando dar cátedra y justificar mi carrera…noche estrellada de Van Gogh.