lunes, 20 de julio de 2009

el amor en los tiempos de la gripe porcina

Digamos que siempre entro en contradicción cuando quiero mencionar una característica mia, por ejemplo, quería comenzar diciendo que soy un tipo un tanto resistente:"tolerante, con aguante para las jodas y para las enfermedades", pero siempre que intento decirlo se me viene a la cabeza toda la avalancha de ideas que suponen contradecirme, por ejemplo, "no soy resistente, soy sumamente frágil, no peleo y siempre estoy con un puto pañuelo en la mano" o cosas como el trascendente e inesperado accidente de mi nariz... pero vamos al punto, yo quería comenzar con que soy un tipo resistente y lo haré así.
Usualmente yo soy un tipo resistente y suelo sacarle varias vueltas de ventaja a las enfermedades y he podido ver tranquilamente cómo otras personas han ido sucumbiendo ante distintos males mientras yo, rodeado de ese infecto ambiente seguía en pie de lo más normal, aunque la alegría de mi alergia me tenga condenado de por vida...es como quien dice "una por otra".
Todo el tema viene a razón de aquella terrible y tembible pandemia, la wachafada peluda que anda jodiendo millones de narices en todo el mundo, aquella que ha cobrado ya varias viditas en la gran esfera celeste y que se tomó la molestia de hacer una pequeña escala en este lindo país folcklórico y tercermundista con grandes aspiraciones... el virus A/H1N1, mal llamado gripe porcina, llegó al Perú.
Llegó al país, se dió un saltito por la capital y como todo buen turista también se tomó su tiempo para, irónicamente, joder a los de la high life, a los caviarísimos personajes de la socialité limeña y a sus hijitos en los mejores colegios de la capital. Como era de esperarse, el virus se dispersó tanto como las sórdidas noticias de farándula y muerte en este último mes.
Si llegó a Lima, llegó al buen Salamanca, y con ello a los colegios, generando gran alarma y desplegando los mejores intentos de medidas de seguridad...no es que haya presenciado directamente un caso tangible pero las precauciones van por el aire tanto o más que el mismísimo virus.
Ya he visto gente cagada a punta de mocos, tanto que me recuerdan mi alergia, y yo estaba pasando piola...particularmente mi relación con los resfríos es un tanto fría (risas)... si me agarra pues me agarró y me tumba únicamente por un día, día en el que experimento la acuosidad de mis fosas nasales y todo el malestar y la pesadez de mi cuerpo junto con la apatía propia de saberse sin fuerzas.
Hoy no salí y parece ser ese el motivo de mi enrrarecimiento; por lo mismo he decidido no salir y terminar de morir el día de hoy según mi reloj biológico. En realidad no creo haber sucumbido ante el temido virus sino simplemente a una de mis cotidianas alergias, confiando en que mañana me levantaré mucho mejor y con un poco más de vida...mi viejo renegando porque mi nariz llora incesantemente y mi madre gritando por toda la casa que me abrigue...hubiera preferido salir a ver qué pasaba.
En realidad no sé qué tuvo que ver en este post el amor solo que consideré que sonaría bonito y atractivo para cualquier incauto lector...si es que alguien ya se sopló todo el floro y llegó hasta quí pues nada más que muchas gracias...a morir tranquilo

sábado, 4 de julio de 2009

Lo que vale un recuerdo (de qué vale?)

Día de limpieza, toca quedarse en pijamas y rebuscar cajones y lugares que usualmente dejas de lado por el atareo del día a día. Hago buen uso de mis vacaciones intentando limpiar y es así que me escapo de mi deber para escribir qué es lo que pasa por mi mente mientras trato de cumplir con lo encomendado.
Comenzando por que no es nada divertido tener que escudriñar rincones algo olvidados pues mi alergia se activa y no deja de joderme sino hasta el día siguiente, escribo con las manos y con unos insoportables mocos aferrados a mis cavidades nasales; es algo como que por cada diez palabras escritas le precede un estornudo o una sonada de mocos.
Debo reconocer que soy un maldito cachibachero y guardo cada chuchería que encierra consigo grandes y gratos (o no tan gratos) recuerdos, eso me hace ser un tipo terriblemente emotivo y así me pierdo en cada objeto encontrado.
Entre varias cosas hallé varias entradas a conciertos, el buen Rock en el Parque XI o el inigualable Iron Maiden, momentos rockers que a uno sin duda lo hacen vibrar; encontré también la entrada de la obra Jesucristo Superstar, que me hizo sufrir horrores con los ensayos y la rigurosidad pero también me ayudó a darme el gustito de tener el pelo largo por algo más de un año, en parte por la obra y en parte por capricho de rebeldía. Me da pena saber que ahora ese grupo de teatro ya no existe pues fue unos de los grupos de la parroquia en los que llegué a experimentar una vibra riquísima.
Encontré una caricatura que me hicieran hace ya más de 2 años, recuerdo claramente que lo hizo una amiga en mi otrora centro laboral, el buen rincón del pollo, el riquísimo y extraordinario KFC, caricatura que fue el presagio de un evento un tanto más aciago que el que vengo mencionando y que no conviene mencionar.
También llegué a toparme con mis constancias de matrícula de ciclos anteriores, revisando mis notitas y reviviendo lo agradable y desagradable de los promedios ponderados. Llegué al punto de afanarme tanto y revisar cada una de ellas, hacer mis operaciones aritméticas y obtener mis super promedios para luego desilusionarme y ver que no llegaré a la meta…con todo eso, abordaron a mi mente tantos recuerdos de profesores, exámenes, las intensas sesiones de estudio y las chupetas desestresantes (La tía Judy o Wayitos) también, los amores (o intentos de amores) los momentos grupales y la desunión también, los que se fueron, los que se quedaron, los que sólo se suben al tren y los que terminan haciendo de la Universidad una experiencia para toda la vida…demonios! Estoy tan próximo a terminar que cierta nostalgia ya me invade, y peor aún sin haber conseguido unas prácticas decentes.
Dios! Mis diarios! Pero qué cuadernito de música de cuarto de secundaria iría a convertirse en una especie de receptáculo de vivencias, dolencias, experiencias, falencias y carencias de un anormal púberto salamanquino! Ahí encontré mis primeros poemas, mis primeras canciones, mis primeras aspiraciones amorosas y mi formación musical, mis primeras etiquetas de cerveza, que coleccionaba con ahinco y firmeza, ahí creé el logo ANSIA y registré las 10 canciones de la banda, ahí es donde radica el arte de escribir, ahí mis pinitos, mis conatos de posts, el balbucear del arte y su afición.
Paseo la vista por mi cuarto y recuerdo en cada objeto a la persona con la que compartí ese momento, un portalapiceros de Mickey, un par de barriles de KFC, un reloj de mesa, una virgencita, un dedo medio tallado, muchos discos originales de rock nacional…siento como si mi vida hubiera sido muy larga y reacciono para darme cuenta de que apenas van 21 años de extraña y atípica existencia, enrareciéndose cada vez más con el paso del tiempo, a manera de hacerme cada vez más enfermo e interesante, como un espécimen de laboratorio o una atracción de feria, es momento de decir adiós a tanta sicodelia y poner los pies sobre la tierra; se supone que estoy limpiando y hasta el momento no he querido botar nada porque todo se configura en una unidad tan importante que supone mi pasado, mis recuerdos y mi vida, aunque mi madre insista en que sólo sea innecesaria papelería.