miércoles, 28 de mayo de 2008

Opinión particular explayada sobre la wachafada periodística denominada Piramide Invertida

Actualmente, con la gran cantidad de cambios que ha venido sufriendo nuestra lengua y sus maneras de interpretarse, se vienen implantando en la nueva sociedad ciertos patrones de estructuración de un texto, sus párrafos, sus oraciones, sus ideas. Cierto es que a medida que pasa el tiempo (y me siento algo oxidado al escribir esto) los recientemente jóvenes soslayan el arte del buen hablar y escribir para filtrarse hasta llegar a una extraña comodidad que reside en la extrema y casi absurda abreviación.

Particularmente considero tediosos y tortuosamente minuciosos los cursos de periodismo, pero ¡HAY QUE CUMPLIRLOS! En otras palabras, si yo escribo, con mis correcciones debidas, es simple y llanamente porque quiero hacerlo, mas he de tener en cuenta que al escribir nunca hacen falta reglas que aplicar.

Dentro de la redacción periodística tuve que “comerme” forzosamente un esquemita denominado Pirámide Invertida, el cual me dijeron que servía para estructurar adecuadamente los datos sueltos que iría a utilizar para “ensamblar” una nota informativa; Me hicieron otro comentario: “Es como una maldición, una vez conocida ya no podrás librarte de ella” y puedo comprobarlo justamente aquí, pues pensé haberla evadido (después de largos y penosos ciclos) pero no, ya me alcanzó otra vez.

Yendo más al meollo del asunto, cabe resaltar que la Pirámide Invertida es aquella técnica de redacción que permite organizar y jerarquizar los datos que se obtienen para realizar una adecuada construcción noticiosa y con ella llegar más clara y profundamente a cualquier lector; es: el patrón de la noticia periodística que se caracteriza por comenzar con un sumario del hecho noticioso al que siguen, hasta donde el espacio lo permita, desarrollos informativos con datos, explicaciones y citas textuales en orden de interés decreciente a través de la respuesta a las denominadas 6 w ( que alienado…) : qué (what), quién (who), cuándo (when), dónde (where), por qué (why), cómo (how). De esta forma, cada párrafo funciona con absoluta autonomía gramatical y de contenido. Esta estructura trata de mantener la atención del receptor de la información dosificando los puntos de interés. Además, esa particular organización de mayor a menor importancia de los contenidos permite acortar un artículo sin deformarlo ni quitar información esencial en caso de necesidad de espacio extra.
Su origen reside en el simple hecho del hombre por querer expresarse, y por sobre todo, ser entendido; para lograrlo debía ser ordenado, directo y breve. Con la utilización del telégrafo los datos tenían que ser entregados con claridad y brevedad. Así nace la necesidad de crear sistemas como la ahora denominada, pirámide invertida. Para el periodista no hay fórmula más efectiva de dar a conocer un hecho que a través de la bendita pirámide invertida; es la manera más eficaz de difundir un hecho, por su claridad, concisión y brevedad (y justamente por eso la detesto, porque adoro la verborrea).

Como venía diciendo, en estos tiempos de cambios, donde el Internet ha venido a desplazar muchas cosas y revolucionar nuestro mundo, el periodismo es también un sector que se vio afectado pues se dieron cuenta que no era suficiente con la mera publicación de la edición impresa, el público lector, que probablemente comenzaba a accesar a Internet, buscaba informarse; es así que los medios escritos decidieron innovar trasladando a la red sus versiones impresas. Fue genial la idea de tener un diario on-line pero como es de esperarse siempre hubo ligeros inconvenientes. Ante las nuevas exigencias de un lector cada vez más ocupado, no se podía colocar un texto tan extenso puesto que perdía fuerza y se tornaba tedioso, además de no ser ya tan breve y conciso. Existía el problema de las fechas y horas debido a la inmensa cantidad de usuarios lectores del diario en linea, teniendo en cuenta las distancias y las brechas horarias que los separan.


Y ahora la pregunta es: ¿a que viene todo esto con la Pirámide Invertida? La respuesta es sencilla, nada más hay que tener en cuenta que en todo tipo de cambios siempre hay patrones invariables, rígidos. Los cánones de la redacción periodística, nuestra ya mencionada hasta el hartazgo Pirámide Invertida es la base que perdura y nos ayuda (como siempre) con cualquier tipo de estructura a la hora de escribir; no importa cuanto tiempo haya podido pasar, pero la idea de hacer un texto informativo breve y consistente no cambia, es por eso que hasta ahora, y considero que seguirá siendo así, a menos que se tenga otro tipo de fines a la hora de redactar. La necesidad de superar el caos que suponen los miles de sitios web con información de actualidad que existen en Internet, es uno de los argumentos que devuelve a la pirámide invertida su vigencia en la era digital. La velocidad en la información nos lleva de nuevo a la estructura piramidal; es precisamente esto lo que obliga al periodista a construir un primer párrafo, o lead, que resuma de modo escueto, preciso, claro y atractivo la esencia de la información.
Es por eso, un poco en broma un poco en serio, que por más que no vaya a periodismo ni pretenda trabajar en un periódico, La Pirámide Invertida es de aquellas técnicas que por más rígidas, reiterativas y concisas, establecen los parámetros para una adecuada comprensión de los hechos que dia a dia acontecen frente a nuestras narices y que sólo esos valerosos y abnegados hombres (jaja, si que hay que tener vocación...) se atreven a plasmar para cumplir con esa encomiosa labor de mantener a toda una sociedad, un país, incluso el mundo, informado.