Qué sucede cuando piensas algo y al cabo de un rato, después de haberle dado miles y miles de vueltas llegas a la conclusión de que es algo estúpido? Algo así como una atmósfera de ilogicidad (apenas sé que existe esa palabra) me envuelve y me impide escribir pues me hace creer que todo, absolutamente todo lo que pudiese expresar en un momento, pasados unos instantes carecerá del más mínimo valor, haciéndose palabra muerta, palabra estúpida, incongruencia, arranque, simple arranque de la mente!!! pero irónicamente es de ella misma de donde sale tanta idiotez; hay momentos en los que no sé qué creer, incluso, minutos después de haber publicado algo que pudo tornárseme interesante en su momento, al darle una segunda, tercera o enésima lectura, extrañamente cambia a la paparruchada y media adornada de vil verborrea que me produce arcadas con tan solo verla asomar.
Sucede que el día despúes de la re-apertura de este espacio de mí, el instante que sucedió al de apagar la computadora e irme a acostar (digamos 2am) se convirtió en un alud de ideas: todas vivaces y entusiastas, interesantes y rescatables, atropelladas y cataclísmicas...tengo las pruebas guardadas como borradores en mi celular, pero ahora que las reviso me suponen cada una, una vergüenza mayor que la anterior.
No puedo entender porqué tiendo a auto-eliminar mis ideas, a descartarlas así por así; pensé al respecto que podría ser por considerarlas sin fondo, pero al fin y al cabo, qué me importa eso! lo que busco es liberarme!
He llegado a la conclusión y a la determinación (como triste cachorro de blogero ) de seguir escribiendo meramente por placer y regocijarme de cada una de las estupideces que sea capaz de expresar, porque esas cosas son las que salieron de mí, ya sea a manera de sentimiento, o de simple catarsis (liberación de la mierda interior) y quiera o no, son parte de lo que soy y reflejan mi ser. Al pincho con lo demás...
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